Este post habla sobre la reencarnación de los objetos, su transformación en algo diferente una vez terminada su vida útil: el reciclaje.
A Àlex, mi pareja, se le hizo un tanto pequeña una de sus múltiples camisetas de Star Wars así que ya no se la volvería a poner jamás de los jamases, pero era una pena tirarla porque era muy graciosa y en realidad todavía estaba nuevecita. Me preguntó si me atrevía a convertir la camiseta en una bolsa de tela para llevarse la fiambrera al trabajo... evidentemente, le dije que sí.
Casualidades de la vida, esa semana me llegó un correo del Centro de Cultivos Contemporáneos del Barrio en el que, entre muchos otros, se anunciaba el taller "Mending Sentimental: remendar y reciclar prendas de alto valor emocional"... como anillo al dedo. Yo todavía no había visitado este CCCB, pero a Aviv, el chico que está al frente de este proyecto, lo conocía de un curso al que me apunté poco después de llegar a Barcelona para aprender a hacer ganchillo (ni que decir tiene que me resultó de muchísima utilidad). Aviv, y por consiguiente los cursos que se imparten en el CCCB, es pura experimentación creativa: desde cómo realizar un compostero casero hasta la maceración de licores, desde talleres de serigrafía hasta clases de ganchillo y costura... todo lo que os podáis imaginar.
Y allá que me fui. A lo largo de tres clases (en realidad eran cuatro, pero a una no pude asistir) aprendí a enhebrar y utilizar una máquina de coser (no había utilizado una en mi vida), también utilicé una overlock, aprendí muchos conceptos y técnicas de costura completamente nuevos para mí y, sobre todo, conocí a gente majísima con la que compartí experiencias y conocimientos. Aquí podéis ver el post que Aviv incluyó en el blog del CCCB sobre los trabajos que hicimos.
En cuanto al resultado final, juzgad vosotros mismos:
Ahora falta ver cuánto dura la bolsa... sea como sea, siempre será más útil que en su antigua forma de camiseta empequeñecida.